La Fundación Deporte y Desafío ha organizado por vez primera en la ciudad un curso de esquí náutico adaptado para personas con alguna discapacidad
Bosco Ferri/www.diariodesevilla.es Actualizado 26.09.2008 - 05:03
Un deporte excitante pero con un objetivo claro más allá del aspecto lúdico: el beneficio físico, psíquico y social. El esquí naútico es la actividad para personas con discapacidad que ha traído por vez primera a Sevilla la Fundación Deporte y Desafío, que esta semana celebra un curso de esta especialidad deportiva en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Cartuja. Estos alumnos han disfrutado en el río de esta modalidad acuática, "impresionante" según uno de ellos, Manuel Boza, quien ya había probado una vez en Madrid y otra lo intentó en el mar. "Se le coge vicio y, aunque te caes mucho, vas corrigiendo errores y aprendiendo", comenta este sevillano que además ha practicado vela y otros deportes acuáticos, así como ciclismo y esquí alpino. "Ahí se pasa miedo pero también se disfruta más", añadía Manuel sobre los cursos de esquí que la Fundación organiza cada año en Sierra Nevada, adonde acudirán a partir de diciembre.Esta asociación lleva diez años en marcha y continúa organizando actividades como ésta, además de otras náuticas, así como pádel, hípica y golf, entre otras. "Seguimos al pie del cañón", comenta la coordinadora de este curso, Carolina, quien explicaba el beneficio de estas actividades para los alumnos. "Se ve lo que son capaces de hacer y demuestran ganas y motivación, además de divertirse, convivir y hacer amigos", añadía la coordinadora de la Fundación Deporte y Desafío, que el 12 de octubre organizará un curso de buceo en Almería.Las pruebas de esquí náutico comenzaron en 2002 y cada año realizan tres cursos repartidos por el territorio nacional, aunque ha sido la primera vez que han elegido Sevilla. Las primeras clases se impartieron en seco y al día siguiente los alumnos ya tomaron contacto con el agua, contando para ello con una experta monitora, además de un piloto y dos voluntarios de la Escuela de Gelves."Me ha sorprendido la experiencia", reconocía Mari Carmen, madrileña que se estrenaba en el esquí náutico tras haber practicado buceo, esquí alpino y piragüismo. "La primera sensación fue buena, pero el segundo día fue mejor y pude hacer más movimientos y juegos", añadía esta alumna de la Fundación, que al igual que sus compañeros practicaban por ocio esta modalidad, para la que contaban con distintos patrocinios y subvenciones.
Bosco Ferri/www.diariodesevilla.es Actualizado 26.09.2008 - 05:03
Un deporte excitante pero con un objetivo claro más allá del aspecto lúdico: el beneficio físico, psíquico y social. El esquí naútico es la actividad para personas con discapacidad que ha traído por vez primera a Sevilla la Fundación Deporte y Desafío, que esta semana celebra un curso de esta especialidad deportiva en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Cartuja. Estos alumnos han disfrutado en el río de esta modalidad acuática, "impresionante" según uno de ellos, Manuel Boza, quien ya había probado una vez en Madrid y otra lo intentó en el mar. "Se le coge vicio y, aunque te caes mucho, vas corrigiendo errores y aprendiendo", comenta este sevillano que además ha practicado vela y otros deportes acuáticos, así como ciclismo y esquí alpino. "Ahí se pasa miedo pero también se disfruta más", añadía Manuel sobre los cursos de esquí que la Fundación organiza cada año en Sierra Nevada, adonde acudirán a partir de diciembre.Esta asociación lleva diez años en marcha y continúa organizando actividades como ésta, además de otras náuticas, así como pádel, hípica y golf, entre otras. "Seguimos al pie del cañón", comenta la coordinadora de este curso, Carolina, quien explicaba el beneficio de estas actividades para los alumnos. "Se ve lo que son capaces de hacer y demuestran ganas y motivación, además de divertirse, convivir y hacer amigos", añadía la coordinadora de la Fundación Deporte y Desafío, que el 12 de octubre organizará un curso de buceo en Almería.Las pruebas de esquí náutico comenzaron en 2002 y cada año realizan tres cursos repartidos por el territorio nacional, aunque ha sido la primera vez que han elegido Sevilla. Las primeras clases se impartieron en seco y al día siguiente los alumnos ya tomaron contacto con el agua, contando para ello con una experta monitora, además de un piloto y dos voluntarios de la Escuela de Gelves."Me ha sorprendido la experiencia", reconocía Mari Carmen, madrileña que se estrenaba en el esquí náutico tras haber practicado buceo, esquí alpino y piragüismo. "La primera sensación fue buena, pero el segundo día fue mejor y pude hacer más movimientos y juegos", añadía esta alumna de la Fundación, que al igual que sus compañeros practicaban por ocio esta modalidad, para la que contaban con distintos patrocinios y subvenciones.
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