Centenares de profesionales autónomos y aspirantes a serlo se reúnen en una jornada sobre su futuro
Bosco Ferri Actualizado 13.10.2008 - 05:03
Poca información, pocas ayudas y muchos riesgos. Ganarse la vida por uno mismo, sin trabajar para nadie, sigue pareciendo un mito en nuestra sociedad, que ahora mismo vive además una grave etapa de crisis económica, lo que afecta de lleno a estos trabajadores autónomos y por cuenta propia. La unión en cooperativas y asociaciones es una opción a destacar, así como la formación, y es por ello por lo que la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Andalucía (UPTA) ha organizado una jornada sobre Oportunidades del Autoempleo y del Trabajo Autónomo. A esta jornada han asistido cientos de personas, tanto trabajadores de diversos sectores laborales como estudiantes con vistas a montar algún negocio propio en los próximos años. La información y la financiación son las primeras claves para empezar, además del entusiasmo. Así, José Antonio Sierra, que cuenta con un pequeño negocio desde el mes de enero, afirma que "costó mucho arrancar, pero las ganas y la ilusión lo hicieron más llevadero". Este pulidor de suelos y pavimentos por cuenta propia echó en falta entonces "más conocimientos", algo que le ha dado la experiencia, lo que le lleva a una nueva apuesta ante la crisis: arriesgar. "Espero crecer a pesar de la crisis y seguir invirtiendo en mi negocio, tanto con publicidad como comprando más maquinaria, para ser cada vez más competitivo", reconoce este trabajador autónomo.La crisis económica empieza a afectar a este amplio colectivo, comenzando los males por el sector inmobiliario y de la construcción, como relata María del Carmen García Romero, que cuenta con una empresa de publicidad, relaciones públicas y eventos: "La crisis arrastra a todos y hay que ver las ayudas que nos llegan". La preocupación ahora y siempre de este colectivo es precisamente esa, la falta de apoyo de las administraciones públicas, así como los problemas que surgen a las mujeres, los jóvenes o los inmigrantes. "Una mujer que trabaje de autónoma no puede quedarse embarazada, ya que sólo recibe 3.000 euros de ayuda y eso no da para pagar a alguien que la sustituya", explicaba esta trabajadora, que "empezó de cero", invirtiendo, hipotecándose y con un trance inicial complicado. "Da tiempo a hundirte para cuando llegan las ayudas", añadía María del Carmen.La tardanza de las subvenciones es uno de los temas donde coinciden muchos trabajadores, como Guiomar Bello, que cuenta con una tienda de complementos y moda en Pino Montano y que señala que en eso "no hay lógica". "Las ayudas llegan cuando no las necesitas, porque ya has pasado lo más difícil y conseguido el dinero por otro lado", comenta esta colombiana asentada en Sevilla desde hace años.Este gran inconveniente de los comienzos no invita a arriesgarse ahora, aunque sea una apuesta a largo plazo, como señala Eva Sánchez del Valle, que trabaja de albañil y espera algún día montar algo por cuenta propia. "Espero que en el futuro haya más ayudas, sobre todo para las mujeres, que lo tienen más difícil que los hombres", comentaba en la jornada de formación de la UPTA. Por su parte, Jorge Sánchez también advierte de los problemas en los inicios de un pequeño negocio. Este barcelonés cuenta con escuela, gabinete y comercio de productos y terapias naturales, y a sus alumnos les aconseja "buscar cooperativas" para asumir menos costes. "Se deben tener muchos recursos para comenzar y las ayudas son fundamentales, así como la información", explicaba Jorge, que añadía como clave "la formación continua", además de tener que pensar bien "si merece la pena".
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