lunes, 5 de octubre de 2009

Un punto de encuentro principal


CAFÉ CENTRAL
Está anocheciendo, los comercios van cerrando y llega la hora en la que apetece una cerveza antes de cenar. Es verano y aún se nota el calor a estas horas, pero el primer botellín entra muy bien sentado en esta terraza de la Alameda, donde el viento empieza a correr nose sabe bien de dónde. Es el Café Central, un bar abierto hace 16 años y que comparte edificio y propietario con el Eureka y zona de mesas con el Habanilla, y que está rodeado de varios restaurantes en una esquina de la Alameda, a la entrada de la calle Peris Mencheta y en la acera donde empieza Calatrava para terminar en la Barqueta. Es un bar de punto de encuentro, donde estar un rato para tomar una cerveza o para permanecer toda la noche conversando, sobre todo en verano, con una copa o una caipirinha –la especialidad de la casa– aunque sólo hasta la 1:00. Después de esa hora ya se sabe, la Alameda se va cerrando, pero continúan las altas temperaturas y las ganas de estar enla calle, respirando aire puro, así que surgen los problemas, ya que hay que abandonar el barrio, irse hacia el río y las terrazas donde, al parecer, no deben molestar a los vecinos, mientras en la puerta nos mirarán de arriba a abajo nuestra apariencia y vestimenta. Para luego no dejarnos entrar y lamentarnos del viaje en balde. Parece ser que en esta ciudad todavía hay clasismo.
Pero eso no se nota en la Alameda, zona cosmopolita y turística como la que más. Ejemplo es el Central, con una amplia clientela de foráneos, incluidos varios camareros, que forman parte de la
veintena de personas que trabajan en este bar, contando con los porteros que se encargan de mantener el control del lugar. Ya han pasado los malos tiempos de la botellona, hay más seguridad y menos jaleos, e incluso hay un parque infantil junto al local, pero por si acaso la Policía vigila y empieza a aparecer cuando va llegando la hora de cierre. Pero no hace falta, ya que los bares de la zona han aprendido la lección y su clientela también.
Hay muchas ganas de que se vaya el calor del todo. En otoño, al igual que en primavera, la Alameda es un magnífico lugar también, y el Central abre desde el mediodía para tomar la cervecita antes de comer o para el café y la copa de después. También por la noche se siguen llenando las terrazas y de vez en cuando se organizan festivales u otros actos culturales en la Alameda, dando aún más vida a la zona. Dentro también hay a veces exposiciones, de pinturas o de fotos, y las copas no son a 10 euros, sino a cinco.

● Alameda de Hércules, 64. Abierto de
lunes a domingo de 16:00 a 1:00.

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