viernes, 27 de noviembre de 2009

El cante en estado puro

DEVORANDO FLAMENCO.

Bar de puristas del cante y el toque, apenas lleva abierto un par de meses y ya es punto de encuentro de músicos y artistas, así como reclamo de curiosos y público ávido de aprender de primera mano la esencia del flamenco.
Situado en la Alameda de Hércules, zona a la que ha regresado el duende, el bar surge de la idea de su propietario de hace varios años de montar un local de músicos, donde estos actúen pero sobre todo se den a conocer y se junten con otros compañeros de profesión, guitarristas y cantaores en especial, para crear incluso lazos de trabajo. Y es que aquí los recitales, normalmente, no son tales, sino más bien improvisaciones de letras y acordes entre compadres de este mundillo tan especial que es el flamenco, donde los amantes de la pureza de este arte se unen para divertirse y no con la intención de pretender servir de atracción turística, para lo que ya existen otros lugares en el barrio de Santa Cruz, Triana o el Arenal. Aun así, ya se dejan ver foráneos en el bar, sobre todo jóvenes estudiantes de alguna escuela de la ciudad, llevados por el boca en boca que ha conseguido atraer al público curioso a este lugar sin igual, donde la decoración da una idea equivocada sobre lo que uno se va a encontrar, con un aire pop y moderno más propio de algunos locales vecinos de la Alameda que de un bar de flamenco puro, en el que no cierran las puertas a la evolución ni a otros estilos musicales con los que pueda mezclarse, como el jazz, el blues o el rock.
Casi todos los días de la semana puede uno acudir y presenciar una actuación en directo y gratis, para así disfrutar con los oídos bien atentos de artistas con experiencia en el cante y el toque, así como acompañar la vivencia con unas cuantas tapas especiales de comida –como el arroz gitano–, cervezas, copas e incluso mojitos, a precios económicos. Los aficionados al flamenco de Bambino, Talega o el Chaqueta de La Línea, entre otros muchos, no pueden dejar de acercarse a este lugar en el que el flamenco se devora.

● C/ Joaquín Costa, 18. Abierto todos
los días de 20:00 a madrugada

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